A la ciudad inglesa de Bath, acudimos un grupo de atletas del club Marathón Cartagena para participar en la Bath Half Marathon, una de las medias marathones de mayor prestigio del Reino Unido, tras los consejos de la compañera Mónica.
Cartel de la Half Bath Marathon 2012
¡Vaya "weekend" con los hijos de la Gran Bretaña! ... compaginando turismo en la Ciudad de Bath y alrededores, gastronomía, rugby, y sobre todo pintas, pintas y más pintas de cerveza, rubia o negra, que más nos daba.
La ciudad de Bath fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Entre sus monumentos destacan las Termas Romanas construidas sobre un santuario celta, y la Abadía.
Entre sus monumentos destacan las Termas Romanas construidas sobre un santuario celta, y la Abadía.
La Abadía de Bath del S.XV, de estilo gótico, se encuentra en pleno centro de la ciudad, junto a las Termas Romanas.
Otros monumentos interesantes son el Pulteney Bridge sobre el río Avon y el Royal Crescent, un singular conjunto de viviendas pareadas del S. XVIII, de estilo georgiano.
Tras recoger el dorsal, me hice la foto de rigor con los amigos, Paco Navarro Antón y Daniel Sánchez Espejo, en la preciosa avenida Great Pulteney, lugar de la salida y meta de la Bath Half Marathon.
Tras comer en el barrio medieval, cerca de la Iglesia de St. Michael, encontramos la tienda del club local de rugby, uno de los más antiguos de Inglaterra, fundado en 1865.
Como amante del rugby, no podía dejar escapar la oportunidad de regalarme una camiseta oficial del Bath Rugby Club.
Los colores azul y negro son la seña de identidad de este legendario club de rugby, con su estadio a orillas del Avon y del Pulteney Bridge.
Como habiamos alquilado un coche, ... ¡"pensat i fet"! ... ¡Nos vamos al cercano País de Gales!.
Y ni cortos, ni perezoros, en una hora nos plantabamos en Cardiff, la capital galesa.
Como habiamos alquilado un coche, ... ¡"pensat i fet"! ... ¡Nos vamos al cercano País de Gales!.
Y ni cortos, ni perezoros, en una hora nos plantabamos en Cardiff, la capital galesa.
Un ambiente increíble, con los pub repletos de "hooligans", tomándose las pintas de cerveza, a los que nos unimos, en pleno centro de Cardiff. No era para menos, ya que encabezan la clasificación después de cuatro partidos.
En el corazón de Cardiff, estaba todo el mundo menos Charles, el famoso "Príncipe de las Orejas" que debería estar con Camila.
La odisea fue salir de Cardiff, con una señalización nefasta, con sólo dos salidas a la autopista, que nos debía llevar de nuevo a Bath. Tras una hora de dar vueltas y más vueltas, al fín pudimos regresar.
Al llegar a Bath, lo mejor era relajarse de cara a la carrera, y nada mejor que rematar el día con una pinta de Guiness, junto a la iluminada abadía, y de paso olvidarme del catarro que traía.
El sábado noche de Bath parecía una marisquería, con las calles repletas de "gambones", y alguna que otra "quisquilla".
El sábado noche de Bath parecía una marisquería, con las calles repletas de "gambones", y alguna que otra "quisquilla".
Todo el centro de Bath cerrado al tráfico, con miles de voluntarios y guardias de seguridad, avituallamientos con agua, bebidas isotónicas, barritas energéticas e incluso "chuches".
Una espesa niebla cubría las calles de Bath a primera hora de la mañana, aunque se esperaba que levantase, como así fue, a la hora de la salida.
Nuestro hotel, el RedCar, estaba en la zona de salida, todo un privilegio, por lo que teniamos todas las comodidades en la palma de la mano.
Además de Paco y Daniel, también participaban los compañeros Carmen Alcaraz y Juan Ernesto Peña, así como la amiga ilicitana Tania Román. De fotógrafas del evento, Luisa y Toñi.
Tenía dudas del estado de salud por la congestión nasal y el lacrimeo secundario al catarro con el que aterrize en Bristol, pero tras calentar tenía buenas sensaciones, así que decidí jugármela y salí a competir a tope.
A las 11 h. se daba la salida en la Great Pulteney St. con 11.000 atletas en la línea de salida, con atletas de élite como el keniata Edwin Kiptoo.
El circuito fue más duro de lo previsto con algunas rampas fuertes y una última milla dura por la pendiente. El resto era prácticamente llano por las orillas del río Avon.
Desde la primera milla tuve buenas sensaciones, y aunque no controlaba el ritmo al estar la distancia en millas, y no en kilómetros, me acople a un grupo en el que iba relativamente cómodo, entrando en meta en 1:27:15.
Tras la carrera, nos fuimos a Stonehengen, monumento megalítico de la Edad de Bronce en Amesbury, desde donde contemplamos un bello atardecer, entre aquellas piedras levantadas hace 5000 años.
De allí nos dirigimos a Salisbury, ciudad medieval, donde destaca su catedral gótica, quizás la más bella del Reino Unido, con su esbelta torre de 123 metros de altura.
Tras unas pintas en pleno centro, nos repusimos de la media marathón en una pizzeria, donde conocimos al simpático rumano Daniel.
No acababa ahí el viaje, un poquito más de "stress" en la mañana del lunes, donde de nuevo la mala señalización, casí nos hace perder el vuelo Bristol-Alicante.
Para rematar la faena, antes de seguir a Cartagena, fuimos invitados por el amigo Paco Navarro a un caldo con relleno y a un "arroz con costra" en Elche.
¡Como echabamos de menos la comida de la "terreta".
Que gozada de viaje, y ya estamos planificando otra escapada...
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Para rematar la faena, antes de seguir a Cartagena, fuimos invitados por el amigo Paco Navarro a un caldo con relleno y a un "arroz con costra" en Elche.
¡Como echabamos de menos la comida de la "terreta".
Que gozada de viaje, y ya estamos planificando otra escapada...
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¡Será posible que nos aficionemos al "weekend"!