lunes, 7 de junio de 2010

Carrera Popular Hoz del Huécar de Cuenca

Si se recuerda está carrera del 2010 será por el "Cambio Climático", como explicaré a continuación.
Por segunda vez, acudí a una de las carreras más bellas de la geografía nacional, aunque también dura, que discurre por la Hoz del Húecar y la monumental ciudad de Cuenca.

Salida de la XXIII Carrera Hoz del Huécar

Otro “peralico”, Antonio Vera Gómez, debutaba en la prueba conquense, con lo cual el club Marathón Cartagena estuvo representado por partida doble.

Antonio Vera Gómez y Ramón Sobrino Torrens

Se disputaba esta XXIII edición en horario de tarde del sábado, en vez del horario habitual matutino y dominical, debido al Corpus, que atrajo la presencia de numerosos atletas de las provincias limítrofes, Albacete, Valencia, Madrid, Guadalajara, Toledo o Teruel.

Compañeros del C. A. Albacete

Un calor inusual sofocaba a los presentes durante el calentamiento (34º C). La organización estuvo perfecta, y en vista del bochorno, recomendaba a los atletas que se hidratasen antes de la prueba e informaba de los puestos de avituallamiento en los Km. 5, 7 y 12.
A las 19 h. se daba la salida en la céntrica calle de Carreterías, donde el termómetro marcaba 30º C a la sombra.
El calor era sofocante a los pies de las Casas Colgadas, en plena Hoz del Huécar. Los primeros kilómetros fueron agobiantes y había que correr con la cabeza para no caer en el temido golpe de calor.

Casas Colgadas y Hoz del Huécar

De pronto, unas nubes grises y un cierto aire de tormenta, hacían su aparición en los riscos del profundo valle.
Durante la subida a la Cueva del Fraile, las nubes ocultaban el sol, y los primeros truenos y relámpagos indicaban la llegada de una tormenta. Al terminar la dura cuesta tras la Cueva del Fraile, las gotas comenzaban a caer, cada vez con más fuerza, lo que propiciaba la caída brusca de la temperatura en unos 10º C, ante la alegría de la mayoría de los corredores.


Hoz del Huécar

Pero la fiesta no había terminado, ya que poco después de rebasar el último avituallamiento y a la entrada del casco histórico, una granizada iba a complicar la bajada entre el Castillo y la Catedral, haciendo muy peligroso el descenso, con los adoquines resbaladizos por el agua, el granizo y los restos de aceite y carburante de los vehículos.

Por la calle Carreterías

Tras el peligroso descenso quedaba la ida y vuelta a la calle Carreterías, antes de entrar a la meta en la Plaza de España, que psicológicamente afecta mucho a los atletas, y más tras las inclemencias de esta edición.


Antonio Vera en el último kilómetro

Al final en la línea de meta, Antonio Vera Gómez marcó un tiempo de 1:05:14, mientras que yo realizaba 1:07:45.
El vencedor de la prueba fue el eritreo Kiflom Suim, mientras que en mujeres la campeona fue Ruth Matebo.


A falta de 500 m.

La mayor ventaja de correr el sábado por la tarde, es que después de hacer los deberes, ya tienes tiempo para degustar la rica gastronomía de Cuenca y para visitar el casco histórico.


Hoz del Huécar

Así que después de la carrera tocaba una frugal cena en el "Figón del Huécar", un bello restaurante ubicado en una casa colgada que fue la residencia del cantante José Luis Perales.
Buena cuenta que dimos del ajoarriero, el morteruelo, los zarajos y la perdiz escabechada con boletus, terminando con el alajú de postre, regado con el resoli, típico licor de la ciudad.

Casco histórico de Cuenca

Al día siguiente, visita turística a todo el circuito, esta vez en coche o andando, contemplando las bellas vistas del escenario de la prueba que podéis ver en las fotos.

¡Será posible que corriesemos con granizo!